En el siglo XIX, el Passeig de Gràcia se transformó de un camino rural en un bulevar prestigioso, donde los barceloneses adinerados construían sus mansiones. En 1898, el arquitecto Antoni Rovira i Rabassa diseñó un edificio para el artista Ramón Casas, uno de los principales representantes del modernismo catalán. En esta residencia vivió y creó sus obras, incluyendo los emblemáticos carteles publicitarios para el café Els Quatre Gats.
«Este edificio es una verdadera obra de arte. Cada elemento de su fachada, balcones e interiores refleja el estilo artístico de su propietario», señala Natalia Tokmacheva, arquitecta y cofundadora de Espacio 123.
En el siglo XX, el edificio tuvo varios arrendatarios significativos. En la década de 1940 albergó el taller de moda Asunción Bastida, especializado en ropa de alta costura.
Y de 1941 a 2015, fue sede de la icónica tienda de diseño Vinçon, un lugar de referencia para los amantes del arte y la arquitectura.
«La primera vez que entré a la tienda Vinçon fue con mis clientes en 2013; adquirimos las emblemáticas sillas de Gervasoni diseñadas por la talentosa Patricia Urquiola. Recuerdo ese lugar como un enorme supermercado de objetos de diseño en la planta baja y un segundo piso con exposición de muebles, salas de reuniones: un gran salón con una chimenea ‘ojuda’ y una decoración increíble», añade Margo Kashina.